Aquí en Guatemala no ha cesado de llover desde hace días, y las autoridades meteorológicas aseguran que la situación no va a mejorar a corto plazo. La última vez que ví el sol estaba en el cielo de España, en Jocotenango no he tenido tal suerte todavía; eso es algo a lo que realmente no estoy acostumbrado. Lo peor de este tiempo es que vas notando como la tristeza de la lluvia no solo empapa la tierra, sino que poco a poco va calando también en tu estado de ánimo.
Pero por contra, ayer viernes fue mi primer día de trabajo con Los Patojos. Compartir el tiempo con los niños alejó, por lo menos temporalmente, los nubarrones que oscurecen mi ya de por sí precario nivel de moral. Estoy bastante ilusionado porque me gusta el perfil que tienen los directores de Los Patojos. Todos son chicos menores de 30 años, con estudios, con ganas, y no dudan a la hora de exponer las líneas maestras y la dimensión que quieren dar a la asociación. Han asumido y transmiten con transparente claridad la importancia que supone una buena educación (tanto académica como en valores) en la mejora del porvenir de los casi 150 niños que diariamente asisten a cualquiera de los dos locales con que cuentan en Jocotenango. Hay tres conceptos básicos: FORMACIÓN, DIGNIDAD Y RESPETO. Sobre este tripode se apoya el éxito de Los Patojos.
Como digo, ayer compartí mi día con los niños del local número 2, y aquella sensación de zozobra que me acompañaba desde que llegué a Guatemala fue desapareciendo con el paso de las horas. Me han asignado un grupo de críos de 8 a 10 años con los que trabajaré junto a Celeste (la maestra) y María (una voluntaria alemana que vive en el albergue de la asociación). Todavía no he logrado aprender sus nombres.
El día que te presentas ante los críos es especial y aterrador a la vez, porque de la conexión que se establezca en ese primer momento dependerá en gran medida el tipo de relación que mantengas con ellos después. Si esos puentes se tienden, enseguida identificas a los más abiertos, a los revoltosos, a los que "van de mayores", a los cariñosos, incluso a los que tienen problemas más graves en su hogar; cuanto más los vas conociendo más probabilidades tienes de empatizar. Por eso es aterrador, pero también por eso es especial.
Persiguiendo lo anterior me ofrecí a ayudar a servir la comida a los niños a mediodía, a pesar de que ese trabajo no estaba previsto que lo desempeñase yo. Desde mis años de camarero es legendaria la habilidad que poseo con la bandeja (ejem ejem) y parecerá una tontería, pero los críos se percataron de esa habilidad y alguno incluso me preguntó si yo era "mesero" en mi país. Esa fue la cuerda de la que tiré para empezar a construir los puentes de los que hablaba antes, y la verdad es que resultó.
Después de la comida empezó el trabajo con ellos propiamente dicho. La actividad que realizamos combinaba creatividad, redacción y representación. Se formaron tres grupos de niños, de entre 8 y 10 componentes cada uno. La actividad consistía en confeccionar y representar un pequeño relato del que solo sabíamos el título: "LA BRUJA LOCA". En aproximadamente 30 min. los chicos ya habían consensuado la estructura de su relato y la siguiente media hora la dedicamos a la caracterización para la posterior representación ante los otros grupos. Material del que disponíamos: ceras, celo, cartulina y bolsas de basura... Sin más. Nuestro equipo:
Todo salió a la perfección.
Los comportamientos y las actitudes de los niños a estas edades no son más que una réplica de los comportamientos y actitudes que observan en su familia, sus amigos y conocidos y, por desgracia, en la televisión. La asociación trata de "cortocircuitar" los malos hábitos, las malas conductas, para que, por ejemplo, la indisciplina, las poses "pandilleras" y las miradas un tanto desafiantes que empiezan a aflorar en algunos de estos chicos desaparezcan para siempre... por el bien de su propia existencia.
Trabajar,ayudar y querer al desfavorecido el lo más satisfactorio del mundo, sobre todo cuando se trata de niñ@s.Ánimo tito Joaquín sigue así que lo estás haciendo muy bien!,esperamos que nos cuentes nuevas experiencias.Besos y abrazos.
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